" De ese modo no se consigue nada”, pensó. Su boca estaba demasiado seca para hablar, pero ahora no podía alcanzar el agua. " Esta vez tengo que arrimarlo -pensó-.
Hay dias en los que te levantas con el pie izquierdo, que todo te sale completamente torcido, todo te sale mal, y simplemente, hay que aceptar que te has levantado con el pie izquierdo ¡Y punto!