Pero obviamente, desde esa época hasta hoy la tecnología ha avanzado mucho y nos hemos vuelto aún más dependientes de la electricidad en nuestra vida cotidiana.
Con la pandemia el cuidado de los niños y enfermos ha sido delegado casi por completo a las mujeres, imposibilitándoles trabajar y volviéndolas dependientes económicas de sus parejas.
Pero " mente" fue perdiendo ese significado de 'mente' y se fue volviendo incluso más dependiente, hasta convertirse en un sufijo, por eso siempre va junto al adjetivo.
" ¡Ah! ¡De qué cosas tan pequeñas depende la felicidad! Yo he leído todo lo escrito por los sabios, conozco todos los secretos de la filosofía. Y ahora, por la posesión de una rosa roja, siento mi vida destrozada" .