Hablaba con una voz clara y lenta, como si dictase sus memorias, y miraba siempre por encima del hombro a la persona a quien se dirigía. Realmente, tenía unos modales distinguidísimos.
Sor Juana Inés de la Cruz, 1648, a 1695, fue una de las escritoras más sobresalientes del Siglo de Oro español, a la par de Francisco de Quevedo y Luis de Góngora.
La causa deso es -dijo Sansón- que como las obras impresas se miran despacio, fácilmente se veen sus faltas, y tanto más se escudriñan cuanto es mayor la fama del que las compuso.
Las colinitas rojas, más pobres cada día por la cava de los areneros, que, vistas desde el mar, parecen de oro y que nombraron los romanos de ese modo brillante y alto.