Ya cumplidos los cuarenta años, todo cambio es un símbolo detestable del pasaje del tiempo; además, se trataba de una casa que, para mí, aludía infinitamente a Beatriz.
No lo creo: cada vez hay más anuncios con protagonistas masculinos para este tipo de productos. Estoy seguro de que esto cambiará mucho. Los hombres colaboran cada vez más en las tareas de la casa.