Me alisté en la Armada Española y peleé contra los turcos en la batalla de Lepanto donde un disparo me destrozó la mano izquierda dejándomela inutilizada para siempre.
No te sobresalte cosa alguna, pues ninguna hay que pueda darte pesadumbre; pues, como ya te he dicho, los turcos, a mi ruego, se volvieron por donde entraron.
El ataque ocurrió a primera hora de la mañana hora local cuando el responsable del atentado detonó una carga explosiva en una céntrica zona comercial de la ciudad turca.
Dio luego traza el rey de que yo volviese a España en este bergantín, y que me acompañasen dos turcos de nación, que fueron los que mataron vuestros soldados.
La calle de los turcos reverberó en un sábado de muchos días, y en el salón de billares del Hotel de Jacob hubo que establecer turnos de veinticuatro horas.
Pensaba que antes, cuando Dios no hacía con los meses y los años las mismas trampas que hacían los turcos al medir una yarda de percal, las cosas eran diferentes.
Los otros artistas son los rusos Aleksei Dyakov y Aleksei Shchittov, la turca Eda Kaytan y el italiano Leonardo Ugolini, quien recorre el mundo a lo largo del año moldeando figuras de arena.
Bueno, un chico turco, que se llama Eli y es estudiante de Económicas. Es un poco más joven. Y después una italiana, Claudia, también muy joven, 20 años tiene, y también es estudiante.