Lo tratado fue que el niño no había de perderle a usted el respeto y no se le ha perdido; pero no fue lo tratado que usted había de hacerle perder el juicio.
Así que, antes de que comencemos a enloquecer por el fin del mundo, puedes tranquilizarte un poco al saber que, lo más seguro, es que no signifique el fin de nuestra civilización.