La historia cuenta que no solo no murió ninguno, sino que regresaron 81. Algunos señalan que era un austríaco que se sumó al ejército en pleno conflicto.
Se le atribuyen las mayores habilidades políticas y una incidencia decisiva en sus hermanos Carlos V y Fernando I, que permitió el dominio de los Austrias de prácticamente el continente europeo en su conjunto.