La situación en el sector de Gali ha permanecido relativamente tranquila, aunque continuó la actividad delictiva; se registraron 11 casos de robo a mano armada, un tiroteo, un secuestro, cinco detenciones y una explosión.
El 18 de junio, en Pichori, en la parte baja del distrito de Gali, tres hombres armados y enmascarados robaron a dos equipos de patrulla de la UNOMIG integrados por 11 observadores militares y dos intérpretes.
Ese bandolerismo, del que no se salvan ni el campo ni las ciudades, ni mucho menos las carreteras, se manifiesta en diferentes formas, como sustracciones de vehículos, robos a mano armada o asaltos a los usuarios de las carreteras.