El lunes, las organizaciones humanitarias manifestaron su preocupación por la muerte de cientos de personas en la costa occidental de Siria, bastión del expresidente Bashar al-Assad.
La cara B son los reductos outsider, a veces dentro, a veces fuera de la ciudad, que nadie quiere mirar hacia ellos porque, fundamentalmente, lo que hay es pobreza.
Bueno, pues los políticos británicos intentaban arrancar un compromiso a España para que no permitiera a los alemanes tomar posiciones en puertos del norte de Marruecos ni en Baleares.