Cuando así le tuvieron, le dijeron que caminase, y los guiase, y ánimase a todos; que siendo él su norte, su lanterna y su lucero, tendrían buen fin sus negocios.
Desta mesma suerte, Amadís fue el norte, el lucero, el sol de los valientes y enamorados caballeros, a quien debemos de imitar todos aquellos que debajo de la bandera de amor y de la caballería militamos.