Por eso, aunque puede ser entretenido e informativo, no es aconsejable formarse opiniones definitivas ni tomar decisiones importantes basándose en los chismes.
Entonces usamos en Pretérito Indefinido con marcadores temporales, o sea, palabras que nos hablan del tiempo, que no están relacionadas con el presente.
Se trata en definitiva de un ritual de enterramiento en el que los individuos son rodeados de un rico ajuar con objetos cerámicos en forma de campana y decorados según un patrón.
Ha de ser así en todo caso -dijo don Quijote-; que si allí no va el nombre patente y de manifiesto, no hay mujer que crea que para ella se hicieron los metros.