Si bien su energía y entusiasmo son poderosos instrumentos para promover las cuestiones sociales o políticas, también se les puede engañar y utilizar indebidamente casi siempre con resultados perjudiciales.
Cuando sea mayor te mantendré con mi trabajo y no permitiré que nadie te ofenda. Y cuando te mueras, le rogaré a Dios por el descanso de tu alma, como le ruego ahora por el alma de mi madre.