El muro afecta la propia identidad nacional de los palestinos y sus legítimas aspiraciones a territorios que no hace mucho tiempo eran tierras contiguas.
De esta forma se facilitará la comunicación de los asentamientos judíos de Silwan y zonas adyacentes, destruyendo así la contigüidad de los barrios palestinos.
Después de 38 años de restricciones, el pueblo palestino finalmente puede atravesar libremente desde la Franja de Gaza hasta la vecina República Árabe de Egipto.
Por los motivos indicados en el párrafo 17, no parece existir ninguna razón jurídica o moral por la cual los Estados más cercanos deberían asumir toda la carga.
Por su parte, la Unión Europea sigue empeñada en hallar una solución a la controversia árabe-israelí sobre la base del principio de dos Estados que convivan en paz y seguridad.
Expresamos aquí el principal objetivo de ese proceso: la creación de un Estado de Palestina que viva al lado de Israel dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas.
Por tratarse de un país sin litoral, los costos de importación de Tayikistán eran más altos, y la inestabilidad en las zonas vecinas había repercutido negativamente en su situación.
Muchos de aquellos cuyas tierras se encuentran en lugares adyacentes a la “zona cerrada” consideran insoportable la denegación de permisos, el cierre de las puertas y la destrucción de viviendas.
Hay desacuerdos con respecto al enfoque del conflicto israelí-palestino, pero existe pleno apoyo para el establecimiento de dos Estados, Israel y Palestina, que vivan uno junto al otro en paz y seguridad.
Ello permitiría lograr avances de conformidad con la hoja de ruta para alcanzar el objetivo final de la coexistencia de dos Estados que vivan uno al lado del otro en condiciones de paz y seguridad.
Ello nos indujo a creer que proseguían, de hecho, los esfuerzos en el contexto de la hoja de ruta para hacer realidad la visión de los dos Estados viviendo en paz uno junto al otro.