La noche era negrísima. El viento soplaba y rugía en torno de la casa de un modo tan terrible, que Hans pensó al principio si sería el huracán el que sacudía la puerta.
Cuidar de los animales en este clima tan severo requiere un trabajo duro, pero le viene bien a la gente que vive aquí, porque el duro trabajo les mantiene calientes en las gélidas temperaturas.