Si seguimos al grupo en ese callejón sin salida perderemos la actual oportunidad de llevar a cabo una reforma equitativa y satisfactoria del Consejo de Seguridad.
Igualmente, es inaceptable que desperdiciemos el aporte de al menos 88 millones de jóvenes al tenerlos desempleados y subutilicemos a muchos jóvenes más en la economía no estructurada.
Sería un despilfarro de recursos instalar un sistema de torniquetes que más adelante hubiera que sustituir o que resultara incompatible con las condiciones de otro lugar de destino.
Ya es hora de comprender que la seguridad humana en una Tierra valorada como nuestro único hábitat exige recursos que no podemos ni debemos desperdiciar en gastos militares y guerras.
Es importante dejarse guiar por las necesidades prioritarias de los Estados afectados. De lo contrario, la interacción internacional perderá su eficiencia y se gastarán los recursos financieros sin producir las repercusiones deseadas.
Por último, la oradora destaca la importancia de lograr una coordinación eficaz entre las organizaciones internacionales a nivel de los países para evitar la duplicación de actividades y la utilización ineficaz de los recursos disponibles.