Ahora bien, la pobreza forma parte también de la estructura social de muchos países desarrollados, ese “cuarto mundo” que surge inesperadamente ante nuestros ojos.
Ello permitiría a las Naciones Unidas responder a las necesidades inmediatas de los afectados por los desastres mientras se moviliza más asistencia a largo plazo.
Por su parte, Azerbaiyán ha asignado un millón de dólares a la asistencia humanitaria de emergencia de las Naciones Unidas para las necesidades de socorro inmediato.
Para atender las necesidades inmediatas en materia de capacidad se han establecido arreglos temporales y para casos concretos que permitan al Departamento utilizar puestos de misión vacantes.
El Japón sigue estando decidido a ofrecer el máximo de asistencia posible para las iniciativas encaminadas a la rehabilitación y la reconstrucción, así como para el socorro inmediato.