De nuevo, cuestión de hábito, pero además de comodidad; encontrar tu pequeño espacio personal que favorezca la concentración es como encontrar la postura en la cama para dormir.
No les creemos porque cuando una mujer cuenta lo que le pasó, dice cosas que no nos imaginamos, que nos perturban, que no esperamos escuchar, que nos asombran.
La cama y nada más -pensó-. La cama será una gran cosa. No es tan mala la derrota -pensó-. Jamás pensé que fuera tan fácil. ¿Y qué es lo que te ha derrotado, viejo? ”, pensó.
Nada, prácticamente ya tengo todo para la boda, pero no me importaría ver un poco los zapatos. Es que los míos me hacen un poco de daño. Quiero algo bonito pero cómodo. E Inés quiere ver los bolsos.
¿Habrá más que cargar con ellos y traerlos a España, donde los podré vender, y adonde me los pagarán de contado, de cuyo dinero podré comprar algún titulo, o algún oficio, con que vivir descansado todos los días de mi vida?