El buque salió del puerto de Mombasa el 25 de noviembre y, cuando llevaba unas 18 horas navegando, el capitán informó a la tripulación de que su verdadero destino era Somalia.
Sin embargo, a primera hora de la mañana del 26 de junio dos lanchas rápidas aparecieron de la nada y capturaron el buque y su tripulación tras amenazarles con disparos de rifles.
Los miembros de la tripulación se vieron obligados a firmar contratos redactados por una empresa de Mombasa en los que se estipulaba que se avenían a trabajar en un país declarado zona de guerra, Somalia.