Aunque solo el 0.01% de la masa extraída fueran metales preciosos, seguiría siendo mucho más de lo que se consigue en una mena equivalente en la Tierra.
Cuando Pizarro vio la habitación casi llena del metal precioso, se puso a reflexionar: “Si yo lo dejara ahora en libertad, de seguro, se aprovecharía para preparar una gran rebelión contra los españoles.”