Reprimió la primera pregunta y le hizo otra que incluso le sorprendió a él mismo: —¿Lo sucedido en el primer Jardín del Edén se repetirá en el segundo?
Aquí el tiempo cálido siempre había sido breve, pero ya desde la partida de su mujer e hija, a Luo Ji le parecía que el Jardín del Edén había perdido toda su aura.
A la mañana siguiente el cielo había despejado y Luo Ji pensó que los cielos debían de haber decidido lavar el jardín del Edén para dejarlo en condiciones de recibir a Zhuang Yan.
Le había cantado esa canción a su amante imaginaria en aquel pueblo dos siglos antes, y más tarde con Zhuang Yan en el Jardín del Edén, a orilla del lago que reflejaba los picos nevados.
El pecado original, en la doctrina cristiana, se refiere al estado de pecado en el que nace toda persona debido a la desobediencia de Adán y Eva - seguro que esos nombres te suenan - en el Jardín del Edén.