El terremoto de 6,4 grados sacudió Lombok el domingo, mató a 16 personas (una mujer malasia y quince indonesios), provocó el pánico y causó avalanchas y desprendimientos de tierras en el volcán que bloquearon las vías de acceso.
“Nos aseguraremos de que aquellos que sean ascendidos estén en forma (… ) Esto será aplicable para todo el mundo”, aseguró el inspector general de la Policía malasia, Khalid Abu Bakar, en una rueda de prensa en Kuala Lumpur.