Los ataques contra comisarías y guarniciones de policía y el saqueo de arsenales por los rebeldes han sido una característica importante de esta sublevación.
Burkina Faso atraviesa una crisis social y política tras la sublevación popular del jueves pasado, que provocó la renuncia del presidente Blaise Campaoré, quien llevaba 27 años en el poder.
El jefe de la Constituyente, Diosdado Cabello, adelantó además que tienen identificados a otros tres diputados, sin decir sus nombres, que también participaron en la sublevación y, por ende, esperan retirarles el fuero en los próximos días.
El fracaso de la sublevación militar contra la República, pensada y proyectada como un golpe rápido para derribar al gobierno del Frente Popular e instalar una dictadura, devino en una cruenta guerra civil que duró treinta y dos meses.