También ha habido una tendencia hacia el abolicionismo entre los países y territorios que continuaron llevando a cabo ejecuciones, aunque con mucho menos frecuencia.
La conclusión que cabe extraer de la séptima encuesta quinquenal es que el ritmo al que los países han continuado pasando al abolicionismo se ha mantenido firme, aunque ha sido más modesto que el logrado durante los 10 años anteriores, período en el que 39 países (un promedio de casi cuatro por año) abolieron la pena capital: un ritmo de cambio que en los informes de las encuestas quinta y sexta se calificó de “bastante notable”.