En algunas hacía tanto calor que sus habitantes almorzaban en el patio. Otros recostaban un asiento a la sombra de los almendros y hacían la siesta sentados en plena calle.
Estaban sentados en el suelo, bebiendo de una misma botella que se pasaban de boca en boca, y tenían ramas de almendros en la cabeza como si estuvieran emboscadas para un combate.
Contiene bocetos preparatorios de obras como Almendro en flor o Lirios, otros que jamás vieron la luz o desaparecieron o representaciones del asilo en Saint-Rémy, en que le trataron sus alucinaciones.