Es decir, yo sé que hay materias en algunos colegios que enseñan el bienestar, vivir con bienestar, pero yo pondría " aprender a perder" como una materia y la otra sería " amor propio" .
Si bien conocer nuestras cualidades, habilidades y áreas que podemos mejorar es muy útil para tomar decisiones, como elegir nuestro campo de estudio y de trabajo, nuestro amor propio no debe depender de esa evaluación.
¿Y cuál es la alternativa? Ryan y Brown proponen una autoestima no–contingente: experimentar a mi persona como fundamentalmente digna de estima y amor, sin supeditar ese amor propio a mi apariencia, mis éxitos o a compararme con los demás.
Cuando una persona es espiritual crece en él un amor propio y hacia los que te rodean; se crea en ti algo que se llama compasión: el tú poder tener esa energía del bienestar y del servir hacia el prójimo.