Una delegación señaló que en algunos casos la protección de los testigos o de los arrepentidos exigía que se mantuvieran secretas algunas informaciones.
Avergonzado de su nariz, sus orejas y su cola de burro Pinocho pidió perdón arrepentido de corazón deseando que los que tanto le amaban fueran felices sin él.
En la puerta estaba el padre cortando leña, que cuando los vio rompió a llorar, pues no había dejado de pensar, arrepentido, en aquel día que los abandonó en el bosque.
Pasaban las mañanas cancaneando ejercicios bajo los árboles del huerto, ella con paciencia y amor y él con una tozudez de picapedrero, hasta que el madrigal arrepentido se les entregó sin dolor.
Y así me casé con ella, y hasta agora no estoy arrepentido; porque, allende de ser buena hija y diligente, servicial, tengo en mi señor acipreste todo favor y ayuda.
Este consternado y arrepentido por todos los últimos acontecimientos, hace una promesa de cambiar su conducta, por lo que se abstuvo de corromper la vida de su actual amante.
El hombre arrepentido, le pidió una segunda oportunidad para continuar con vida y el espíritu le comentó que la única forma de salvarse sería traspasando la luz de su vela a otra.
Los posaderos arrepentidos de no dar refugio al recién nacido fueron a ver al niño Jesús para pedir perdón y la virgen María, que era muy buena, les perdonó en nombre de su hijo.
Por ello, fue reprendido por un fraile franciscano y arrepentido y para reparar dicha blasfemia, edificó una sala que adornó con el cordón de la Orden Franciscana, es: " La Sala del Cordón" .
Más de 60 personas, entre ellos representantes de legisladores locales, asesores políticos, periodistas y ciudadanos de a pie estuvieron presente en la audiencia pública, en la que Xi se declaró culpable y se mostró arrepentido.
¿Por qué no? nunca me he arrepentido de ese pasado. Conocía a tu madre con 24 años. Ella tenía 22. Venía a casa a coser para mi madre. Y al fin, al cabo de tres años, naciste tú.
Pero agrega que " con la misma fuerza" puede afirmar que " no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, allí donde encuentra un corazón arrepentido que pide reconciliarse con el Padre" .
“El perdón de Dios no se puede negar a todo el que se haya arrepentido”, con esta premisa Francisco explica la decisión de conceder a los sacerdotes que absuelvan pecados considerados graves por la Iglesia católica.
Jorge Bergoglio también instó a prestar atención a los que cayeron en el error y a observar " el rostro arrepentido de tantos que intentar revertir sus errores y equivocaciones y, desde sus miserias y dolores, luchan por transformar las situaciones y salir adelante" .