Pasó la mayor parte de su vida bajo la autoridad de un padre inculto y avaro; y aunque fue a la universidad, sólo permaneció en ella los cursos meramente necesarios y no adquirió ningún conocimiento verdaderamente útil.
Ebenezer Scrooge era un avaro y codicioso prestamista de duro corazón, un señor solitario que odiaba los niños, la Navidad y todo lo que produjese felicidad.
La leyenda del Rey Midas ha inspirado muchos personajes de la literatura y el cine, casi siempre estereotipos de ancianos avaros que anteponen la riqueza a todo.
El avaro más miserable y codicioso de este mundo se habría curado del vicio de la avaricia si hubiese estado en mi lugar, pues poseía infinitamente más de lo que podía disponer.