Antes de la colonización británica, el subcontinente indio era un mosaico de reinos regionales principados habitados por hindúes, musulmanes, sijistas, jainistas, budistas, cristianos, parsis y judíos.
Los budistas, como los hinduístas, creen en la reencarnación: o sea que después de morir el alma vuelve al mundo a tener una nueva vida en un ciclo llamado Samsara.
Como decían los maestros budistas más antiguos, el desapego es la madera podrida de una barca abandonada en la playa: llega un momento que se cae, paf, y se cayó sola.
Durante el año 605 de la Era Común, un célebre monje budista llamadó Xuan Zang atravesó el crudo desierto, caminando más de diez mil kilómetros hacia la India en búsca de los textos sagrados del budismo.
Y en Cieza, hoy ha declarado el conocido como 'lama de Murcia' por dos querellas en las que se le acusa de utilizar drogas y mercurio para doblegar la voluntad de los que entran en su comunidad de corte supuestamente budista.