Sin embargo, al día siguiente del parto por cesárea, Francisca recibió la devastadora noticia de que el cirujano de turno había decidido esterilizarla durante el parto y sin su consentimiento.
Ella se partió la pelvis huyendo de las bombas y, le tienen que hacer una cesárea de urgencia en una situación crítica, porque los pocos medios disponibles son para los heridos.
Los médicos aguantaron el embarazo hasta la semana 28 y con sólo 6 meses y medio de gestación se hizo una cesárea para operar a la bebé, conectada todavía a la placenta mediante el cordón umbilical.