Por su parte, el subsecretario general de la ONU, Jan Eliasson, fue enfático en la necesidad de abandonar los clichés y cambiar las prácticas relacionadas con la violencia contra las mujeres.
Gentileschi fue una adelantada a su tiempo, llevó una vida independiente y logró un gran reconocimiento en su época. En su cuadro ofrece una visión personal y alejada de los clichés sobre la conversión al cristianismo de María Magdalena.