Además, la exhibición también cuenta con más de un centenar de documentos y escritos de Leonardo, algunos de ellos originales, así como de algunos de otros artistas coetáneos, como Miguel Ángel.
Sin embargo, más que la sensualidad de su pintura, a sus coetáneos les impactó la manera poco ortodoxa en la que Picasso presentó sus lienzos en la Galería Petit de París: a varias alturas en las paredes y sin un orden temático.