Pero había una cuestión que lo tenía un tanto cohibido, a saber, que un hombre que fuera estúpido o inepto para su cargo no podría ver lo que estaban tejiendo.
No les da pena cometer errores o inventarse palabras, tampoco se sienten cohibidos cuando hacen reír a sus padres por las cosas que dicen o intentan decir. Comete errores y aprende de ellos.