Tenía una cara ancha de expresión bonachona, con la piel curtida por el clima de Rumania y tan llena de pecas que parecía bronceada; los brazos eran musculosos, y en uno de ellos se veía una quemadura grande y brillante.
Pese a todo, los betlemitas, curtidos en guerras y crisis, esperan que quede menos para el fin de la pandemia y pronto vuelvan los turistas a la ciudad.
En este imaginario producto, por añadirle entidades lingüísticas que colaboran en la producción, las colas y los tintes podrían proceder de alguna empresa alemana del sector químico, y la piel, de empresas de curtido con sede en Marrakech.