La comunidad internacional puede aumentar la probabilidad de que la voluntad política y las medidas económicas adoptadas por los países que dependen de los productos básicos deparen los resultados deseados.
Pero en el instante final Amaranta no se sintió frustrada, sino por el contrario liberada de toda amargura, porque la muerte le deparó el privilegio de anunciarse con varios años de anticipación.
En fin, la suerte me deparó uno, que, diciéndole mi deseo y poniéndole el libro en las manos, le abrió por medio, y, leyendo un poco en él, se comenzó a reír.
Y en esta aventura se deben de haber encontrado dos valientes encantadores, y el uno estorba lo que el otro intenta: el uno me deparó el barco, y el otro dio conmigo al través.
Y así, me voy por estas soledades y despoblados buscando las aventuras, con ánimo deliberado de ofrecer mi brazo y mi persona a la más peligrosa que la suerte me deparare, en ayuda de los flacos y menesterosos.
No quiero llegar a otras menudencias, conviene a saber, de la falta de camisas y no sobra de zapatos, la raridad y poco pelo del vestido, ni aquel ahitarse con tanto gusto, cuando la buena suerte les depara algún banquete.
¿No sería genial saber lo que va a ocurrir en el futuro? Desde tiempos inmemoriales hemos recurrido a adivinos y oráculos para tratar de predecir lo que nos depara el destino.
Basta con ver cualquier empresa, sea industrial, comercial o financiera, cualquier oficina, administrativa, turística o de otra índole para enterarse de la comodidad, eficiencia, precisión y hasta creatividad que depara el ingenioso artefacto a las actividades humanas.
Y así fue cómo los tres muchachos, conversando animadamente sobre lo que les depararía el futuro, llegaron a una posada muy cerca del palacio, decididos a pasar la noche bajo techo.
Señores y señoras, no sé lo que me deparará el futuro, pero siempre suelo tener presente algo que Coco Chanel dijo en una ocasión: " Para ser irremplazable, uno debe siempre buscar ser diferente" .
Estas vicisitudes de la vida humana, que después me provocaron curiosas reflexiones, una vez me hube repuesto de la sorpresa inicial, me llevaron a considerar que esto era lo que la infinitamente sabia y bondadosa Providencia divina había deparado para mí.