A través de ellos pasaba una corriente termal, agua volcánica donde nos sumergimos, calor que se desprendía de las cordilleras y nos acogió en su seno.
Ahora me movía con fingido desparpajo, esforzándome por desprender a mi paso un aroma de arrogancia y savoir-faire que nadie habría imaginado apenas unas semanas atrás.
De lo que realmente necesitamos desprendernos es del comportamiento que provoca nuestra mala relación, y pasar luego a una mejor forma de pensar y de actuar.
Por un lado por su escasa duración, ya al principio de la primavera sus pétalos comienzan a desprenderse en cadena, simbolizando la naturaleza efímera de la vida.
El griterío en su interior, las cestas con pollos vivos, el sudor y los olores que desprendían los cuerpos y los bultos que los pasajeros, moros y españoles, acarreaban con ellos.
Temiendo quedar sepultado dentro, corrí hacia mi escalera pero como tampoco me sentía seguro haciendo esto, escalé el muro por miedo a que los trozos que se desprendían de la roca me cayeran encima.