Ligeras ardillas los espiaban desde lo alto de las hayas a su paso; unos conejos corrían como exhalaciones a través de los matorrales o sobre los collados herbosos, levantando su rabo blanco.
Acercó a la boca de Sierva María la otra mitad de la almojábana. Ella la esquivó, pero no se volvió hacia la pared, como las otras veces, sino que le indicó a Delaura que la guardiana los espiaba.
Las redes aprovechan la fascinación que nos causa espiar las vidas ajenas e impactar a los demás con nuestra propia imagen para mantenernos indefinidamente cautivados.
Mientras duró mi desconfianza, podéis estar seguros de que me pasaba el día espiándolo para ver si descubría en él alguna de las intenciones que le atribuía.
En Cataluña hay una plataforma para evitar que los padres firmen permisos para que se usen los productos de Google en las escuelas públicas, son productos que espían a sus hijos.
En la novela se cruzan las dos caras de la tecnología: desde muñecos controlados por pederastas que los usan para espiar a niños, hasta madres que cuidan a personas ajenas.
Y es verdad que la NSA tiene el mayor acceso, los mejores recursos, las mejores herramientas, pero no les hace falta nada de eso para espiarnos a nosotros, porque nosotros lo tenemos todo ahí.
Algunas autoridades que estaban en el tema y habían tenido conocimiento de los rasgos humorísticos de Augusto, lo espiaron por la noche y se apropiaron de su persona en el preciso momento en que llevaba adelante una de sus bromas.