Algunos estudios han demostrado que la sospecha de infidelidad femenina contribuye de manera importante a los homicidios de mujeres cometidos por sus maridos.
El Estado informante debería estudiar la posibilidad de calificar esos delitos como homicidio con agravantes, a fin de garantizar que se imponga a los autores la pena máxima.
El enfrentamiento más grave es el de los hadamo de la región de Rahanwein y los aulehan de Ogaden, que se caracteriza por una serie de homicidios por venganza.
En varios distritos se han presentado denuncias sobre detenidos que han permanecido encarcelados más allá de los diez días prescritos por la ley para los casos de presunto homicidio.
Por ejemplo, el homicidio es punible en virtud de la sección 237 del Código Penal, con independencia de la motivación que indujo a su autor a cometer tal acto.
Para la ley QyD, el homicidio (Qatl-e-Amd) no queda sujeto a qisas cuando algún wali (heredero) de la víctima es descendiente directo del delincuente, sin que importe el grado de parentesco.
3 Si el sol hubiere sobre él salido, el matador será reo de homicidio: el ladrón habrá de restituir cumplidamente; si no tuviere, será vendido por su hurto.