A la luz de las graves y duraderas repercusiones sociales de esos crímenes ignominiosos y de los daños físicos y psicológicos que infligen en las víctimas, es necesario adoptar urgentemente medidas de protección eficaces.
Apenas se vio Pinocho libre de aquel collar ignominioso y molestísimo, escapó a todo correr por el campo, y no paró un momento hasta llegar al camino real que había de conducirle hasta la casita del Hada.