Pese a tener un oleaje medianamente impetuoso, sigue siendo muy segura, perfecta para quienes practican este mágico deporte o incluso para quienes simplemente quieren tomar un baño es sus cristalinas aguas.
Lo que veo en los ojos, con el dedo lo adivino. Yo sé del señor don Juanico, que es algo enamoradizo, impetuoso y acelerado, y gran prometedor de cosas que parecen imposibles.