Para ello necesitamos hilo de cobre esmaltado, unos diodos led, una jeringuilla grande de plástico y un imán de neodimio.

Aparte de las jeringas, UNICEF también comprará cinco millones de cajas para eliminar de forma segura las jeringuillas y agujas usadas y así evitar el riesgo de accidentes.

Con una capacidad de fabricación mundial de unos 6000 millones de jeringuillas de inmunización al año, en 2022 podría producirse un déficit de más de 1000 millones.

Por último, una vez lo tengamos listo, simplemente tenemos que meter el imán dentro de la jeringuilla, colocar esta parte a modo de tapón y agitar.

Las jeringuillas y viales desechados, las pruebas usadas y las mascarillas y guantes viejos están creando alerta a OMS decenas de miles de toneladas de residuos médicos poniendo en peligro la salud y el medio ambiente.