Ni las gestiones diplomáticas de enviados marroquíes y mauritanos, ni la amenaza de una intervención militar han logrado que el presidente de Gambia acceda a abandonar su cargo.
Se confirmó la muerte de al menos 58 personas, 83 migrantes más nadaron hasta la orilla y reciben asistencia de las autoridades mauritanas, la OIM y la Agencia de la ONU para los Refugiados.