Un día fué escogido por el anillo de un linterna verde fallecido que le otorgó el poder de crear cualquier objeto que pueda imaginar y usarlo en su beneficio.
Y Virginia fue agraciada con la diadema, que se otorga como recompensa a todas las norteamericanitas juiciosas, y se casó con su novio en cuanto éste tuvo edad para ello.
De hacerse públicas, las revelaciones de Katherine supondrían un catalizador que inspiraría a la humanidad a redescubrir la sabiduría que había perdido, otorgándole un poder más allá de toda imaginación.
Es que el Estado peruano le otorgó la explotación de la mina a la Corporación Ananea, una sociedad anónima local, que a su vez alquila la explotación a unos 300 contratistas.