Ella lo repitió con la misma ternura, y continuaron así hasta el final del libro, saltando versos, pervirtiendo y tergiversando los sonetos por conveniencia, jugueteando con ellos a su antojo con un dominio de dueños. Se durmieron de cansancio.
Desde la Unión Progresista de Fiscales, que dice que pervertiría la separación de poderes, hasta el Consejo General del Poder Judicial que habla de una inadmisible injerencia en la independencia.