Si lo tuyo no es caminar, no es excusa, es buen momento para pillar la bicicleta que tienes en el trastero sin utilizar desde hace 6 años y ponerte a pedalear.
Ahora se daba cuenta de que, probablemente, el cambio no le habría pillado por sorpresa si se hubiese mantenido vigilante ante lo que ocurría y se hubiese anticipado al cambio.
Sin levantar la voz, le contestó: – Amigo… Dos veces te ha pillado la tormenta, a la ida en un caballo rápido, a la vuelta en un caballo lento, y las dos veces te has mojado.
El amigo que le había invitado a la cacería, se puso en pie y muy sorprendido, le habló: – ¿Cómo es posible que estés tan seco? A ti te ha pillado la tormenta igual que a nosotros.
Y por los niños no me preocupa mucho, porque dicen que no les afecta tanto como me preocupo más, por ejemplo, por mis padres que lo podamos pillar nosotros y contagiarse las personas que sí que son personas de riesgo.