Bien, pues algunos analistas dicen que en los 47 años que Reino Unido formó parte de la Unión Europea, siempre mantuvo una postura digamos que algo… distante.
El saco mullía el sedal y el hombre había encontrado la manera de inclinarse hacia adelante contra la proa en una postura que casi le resultaba confortable.
Incluso más interesante ya que se requiere de señas, posturas del cuerpo, movimientos de cabeza, miradas intencionales y expresiones faciales para darle un significado.
Como se puede apreciar, las posturas están enfrentadas aunque el resultado de la votación está en manos de un gran número de vecinos que se muestran todavía indecisos.
La siguiente postura es la del soldado dormido, que es cuando se duerme boca arriba con los brazos a los lados como si estuvieran en posición de firmes.