Este fenómeno es nombrado por muchas personas como el hermoso “mal del puerco”, llamado así porque se dice que los cerdos suelen tomar una siesta después de alimentarse, ’
Levantóse Sancho como mejor pudo, y pidió a su amo la espada, diciéndole que quería matar media docena de aquellos señores y descomedidos puercos; que ya había conocido que lo eran.
Las herencia españolas como la cebolla, el ajo, la azúcar, la carne de res, el puerco, el pollo y el queso se han identificado totalmente con la cocina nacional.
Tamayo no pidió ningún menú especial a las autoridades de la cárcel y comió el que estaba disponible en la prisión: costillas de puerco, arroz, verduras, maíz, café y té.