El rostro de tío Vernon, grande y colorado, estaba oculto detrás de un periódico sensacionalista, y tía Petunia cortaba en cuatro trozos un pomelo, con los labios fruncidos contra sus dientes de conejo.
¡Vlad III no fue el Conde Drácula, Rylan! La historia de Drácula no es más que un mito, una historia nacida de la imaginación de un novelista que buscaba escribir una novela sensacionalista.
De modo que, si yo consigo un titular sensacionalista yo sé que voy a acudir directamente a tu emoción, o bien de felicidad o bien de indignación, y he conseguido anular tu parte racional.