A lo largo de varias décadas, sucesivas dictaduras civiles o militares de países del tercer mundo contrajeron deudas cuantiosas que actualmente paralizan a esos países.
Y desde aquel día en adelante, se levantó todas las mañanas antes del alba para ir a la noria, y ganar de este modo aquel vaso de leche que sentaba tan bien a su pobre padre.