Realizó un proyecto de las fuerzas aéreas para ver la fuerza G, que mide el efecto de aceleración a causa de la gravedad, que una persona era capaz de soportar al frenar bruscamente.
Y lo cierto es que ver cómo un reloj dice que estamos a 90 segundos de destruir el mundo conocido nos debería hacer reflexionar a todos y tomar conciencia de que o hacemos algo o este camino hacia el fin no tiene freno.