Requiere voluntad política de los líderes que han de tener el respaldo de una legislación fuerte, porque "la corrupción siempre contraataca" según palabras del juez Aaron Ringera.
Este decreto, respaldado por las excepciones culturales contempladas en el Tratado de Maastricht, aseguró la continuidad de la ñ en los teclados de los computadores, consolidando así su lugar en nuestro patrimonio lingüístico.